Él está donde debe estar, en la mierda mental.
30 de junio del 2014
domingo, 13 de marzo de 2016
jueves, 10 de marzo de 2016
Zapatística al ataque: Ya no uso bastón y un video extra (MIRALO VÉ)
¿Para qué sirve una mano que no sirve? Para mucho: he aprendido a mentar progenitoras con mi dedo imaginario, puedo meterle mano en el bus a muchachos bonitos sin que puedan decirme nada y puedo hacerla bailar como un gringo baila salsa (si, tal cual).
Estoy activa desde los 9 meses de operada de craneotomía y puedo con mi mano derecha pegar coñazos y pedir perdón en misa:
Lo que más me ha dado ladilla es lo que más me ha hecho lógralo: terapia ocupacional.
Consiste en una serie de métodos para curar (o mejorar) la enfermedad física utilizando varios elementos especiales para tratar dicho problema. En la terapia ocupacional se suelen utilizar juguetes para niños como trabajo -y en mi caso- para adultos. Hasta allí se escucha bien, pero a la hora de sentarte y comenzar la terapia te encuentras con un vainero de cubos, una pelota (Que era de algún perro) y un guante (Solo uno, declarándote mocha).
Tienes que hacer “ejercicios” con cada uno de los elementos que te dieron e incluir la mano derecha. He allí mi ladilla. Recoger cada uno de los cubos de un lado y pasarlos para el otro, con ayuda de la mano derecha. A pesar que esto se ve bobo, el cerebro comienza a entender que la mano no está desaparecida, está viva y haciendo todo muy lentamente pero a todas estas lo hace.
Es natural en mi que yo siempre ando esmollejaa’, así que me hacia la loca o la que no entendía. No quería hacer terapia ocupacional desde abril 2015 y ahora es que le vengo a prestar atención. Al mismo tiempo, cuando yo veía los reportajes de las terapias ocupacionales, las terapistas se mostraban con disfraces de maestras. Ya yo estudie con esa clase de maestra y más aún si me incluye una pelotita de hule para el juego. Pero se logro mover mi brazo derecho un poco tres semanas después que me inscribí en Centro Medico La Paraíso, veamos que más ocurre.
Por otro lado -y en el mismo cuerpo-, ya no uso bastón simplemente porque no quise. De verdad es muy aburrido andar con ese bicho. Fijo que no podéis cargar el bastón con la mano izquierda y sacar la madre con la misma mano. Así que ya me deje de bastón y ando a pie. Me voy cayendo de cuando en cuando pero ahí voy y disfruto el caerme una y otra vez.
Dígame las gomas Conversa negras que estoy usando desde que me operando en: “All starts” puras “estrellitas” que tengo estrelladas y ya me cargan verde. No me las he quitado porque la férula hace aumentar una talla así que me fui a comprar otros zapatos deportivos. Resulta que cuando yo cumplí mis 22 años y estaba hospitalizada, me estire ¿Qué tal? Me creció la panza, el trasero y las patas. Puede tratarse de mi ancho o, definitivamente fue que di mi último estirón como final feliz.
Todos los zapatos que yo tenía son 40 y ahora no me queda ninguno. Que molleja de antojo. Todos los zapatos 40 que tenía me quedan reapretados y en Maracaibo todas las zapaterías tienen 40 pero no hay 41, sólo para machos en dado caso. Mi abuela le llamaba a mis pies “las lanchas” cuando estaba creciendo, ahora con todo este proceso zapatistico yo las llamo “las lanchas pro”.
Lo que sí es cierto es que si se puede salir de esto que tengo en la cabeza, lento pero seguro. Ese es el medio, porque quiero mentar madres como se debe; con mi dedo mayor de la mano derecha:
“-¿Cuánto le debo por la carrera señor taxista?
– 5.000 bolos la carera corta
-¿quéééé? Como extraño usar mi dedo mayor derecho…
– 5.000 bolos la carera corta
-¿quéééé? Como extraño usar mi dedo mayor derecho…
Finalmente, les tengo una nueva noticia: tengo un blog y se llama lalocavoladora.blogspot.com
Se trata de mi escritura personal antes que me diera el tumor y después que me lo quitaron. Sacando desde humor negro, pasando por las crónicas anteriores que he escrito, y artículos de mi recuperación que han logrado un verdadero cambio en la forma en que percibo las cosas más mínimas que son mucho más grandes desde que pasó lo que tenía que pasarme. Ya tengo un montonón de notas, por ejemplo:
El “Dios me lo bendiga” y su karma callejero: Humor peatonal, Actitud ante mi muerte, Perspectiva de una chama que tenía un tumor cerebral, Conectando neuronas, “Estoy igualita a Robocop”, Mi primer sueldo, la inflación y yo , Amores: Streepstep de la Luna , Mi vecinito y la Independencia 2.0, ¡Más loco sóis vos! El loco que me conseguí, Mondongo de letras , El atracador atracado, Ideas para gobernar de María Bolívar, PROGRAMA DE BECAS LUZ: UN PREMIO A LA VAGANCIA, Diario de la peatona mirona: CONFESIÓN PRIMERA, CLASIFICACIÓN DE PROFESORES SEGÚN SUS MAÑAS EN CLASE, ¿ME LAS PONGO O NO ME LAS PONGO? ¡ESE ES EL DILEMA!, 4 TÉCNICAS QUE TODO BUEN REPORTERO EN ZAPATILLAS DEBE CONOCER, INSTRUCCIONES PARA HACER PIPI EN LUZ, ¡AL CARAJO! (Cuento) y CARRITOS: Una sifrina en su primer contacto (Crónica).
Cabe destacar que todo en la página aún se está construyendo, es paso por paso. Mientras tanto ¡Visítenla! –
http://lalocavoladora.blogspot.com/
lunes, 7 de marzo de 2016
martes, 1 de marzo de 2016
El “Dios me lo bendiga” y su karma callejero: Humor peatonal (01 / 03 / 2013)
Alzas el dedo, el bus se orilla, subes, consigues puesto en la entrada, el chófer no escucha champeta y ningún ex recluso te ha pedido dinero para una causa de dudosa procedencia, esa unidad debe ser la niña caprichosa y consentida del Olimpo, todo parece tan civilizado, tan perfecto… Como diría Loscher: "Es tan bello que levanta sospechas".
Hasta que, cubierta por un nubarrón de afanes, sube la victimaria con el pobre muchacho con la quijada desdibujada por el sol, mal arreguindado a lo mona chita y las rodillas abiertas como un compás alrededor de la cadera. Observas como sube los escalones con gesto sufrido cazando a su próxima presa, miras con preocupación lo libre que están tus manos, y sin levantarte, comienzas la cuenta regresiva:
Hasta que, cubierta por un nubarrón de afanes, sube la victimaria con el pobre muchacho con la quijada desdibujada por el sol, mal arreguindado a lo mona chita y las rodillas abiertas como un compás alrededor de la cadera. Observas como sube los escalones con gesto sufrido cazando a su próxima presa, miras con preocupación lo libre que están tus manos, y sin levantarte, comienzas la cuenta regresiva:
Tres……Dos… Dos y medio……Uno
-“Ay mija, agárrame al bebito aquí un momentico mientras me acomodo… Gracias mija, dios me la bendiga”-
Te jodieron.
El motor, por sus altas temperaturas, debe ser el techo del infierno. Pero los pasajeros, supongo producto del calor, te ven como San Pedro y comienzan a pedir clemencia a punta de “Ay, Dios me lo bendiga”… Y allí, ya estas acorralado sin siquiera haber sido tocado… ¿Qué desgraciado le diría que no sin sentir el karma en la nuca, un pescozón del Manual de Carreño o la múltiple persignación de la abuela defraudada? Mientras Cristo te apuñala las sienes con su celestial dedo índice diciendo:“¡Sufre bestia diabólica, ella te bendijo en el nombre del Señor y vos no acudiste a su clamor!”.
La otra cosa, es el uso y abuso de sustantivos, sobre todo, el popular “bebito”: entiéndase en el habla coloquial como individuos macizos, faltos de equilibrio y algunas veces cotorros, llorones o hiperactivos, entre los 0 y los 10 años de edad.
Y sí, la tragedia comenzó. No son las 8 de la mañana y ya te saben a mierda los consejos del padre Linero, pero indiferente de tu voluntad o profesión, cuando vas sentada en el motor se trabaja: haces desde un perchero humano para las maletas de los que se van al terminal, de aeromoza con los que quieren palearle agua al termo del chofer, o en el peor de los casos, te toca niñera cuando las más frescas te encaleten algún bebé anónimo, sufrido y salivante sobre el regazo, y sí, este es el caso.
Aquí hay cultura ciudadana, sólo falta un estimulo motivacional que la traiga a flote, por ejemplo, debería darse al menos un descuento en el pasaje, un "vale por dos caramelos" cuando suba el próximo buhonero, un certificado de inmunidad a los atracos por tres viajes, un diplomita de “felicidades” plantilla Publisher, una orden “honoris causa” por sostener más bolsas, asegurarte el asiento pa la próxima vez o “manquesea” poner tu foto como “pasajero del mes” en el vidrio panorámico; tan sólo como un mínimo gesto de reconocimiento, pues, de todas formas, ya las nalgas están bien cocidas a la menier sobre la parrilla del motor.
Ponte las pilas Hollywood, un protagónico de Bruce Willis abriéndose paso en Ruta 6, promete.
Fabiana Fuentes