CARTERISTAS hacen sus aguinaldos en el Centro: Tips pa’ que no te quiten los tuyos ( 20 /12 / 2012 )

El correcaminos

No tienen piernas. Tienen resortes de alta propulsión que les permiten meter la quinta en el momento preciso para echar la carrerita con la destreza de un canguro, la cual logra sólo cuando duerme viendo una maratón de Animal Planet.

Su fórmula para el raterismo perfecto se sintetiza en la siguiente sentencia:

La mano arriba + Cartera sola + La media vuelta + Corre bien duro

Sin embargo, para ejecutarla pulcramente debe valerse de recursos tales como:

1. Pantaleteo

Sube o baja las bragas de cualquier señora en plan de compras, pudorisándola  hasta que suelte sus pertenencias mientras acude al rescate de su dignidad tapándose la faja o las verijas según sea el caso. Es en ese preciso momento el corre camino arrebata las compras y precipita su fuga, sin opción de captura, pues generalmente, nadie ha visto nada.

2.  Arremángala – arrempújala

 Entre el espueleo con los vendedores, el “Acá se la laminamos se la forramos, se la plastificamos” y la perrilla ardiendo sobre el carbón. Este individuo suprime tanto el espacio inter-cuerpal que no lograrás determinar las diferencias entre los cueros tuyos y los suyos, para luego, cuando ya te tiene atrapada como una boa y con una habilidad digna de Houdini, inicia una extracción de objetos de tu cartera, bolsas, bolsillos, y cualquier cavidad que esté a su alcance, paso seguido “se hace el loco” manguareando en los alrededores como si nada hubiera pasado.

Suelen caer en cayapa, un grupo de 3 o 4 que va rodeando a la víctima, dividiéndose los roles: Uno compra en el mismo mesón, el otro le saca conversa sobre la inmortalidad del cangrejo, mientras el siguiente le pregunta sobre la blusita más linda, y otros dos prosiguen su trabajo de saboteo hasta obtener la mercancía deseada.

3. Manos de seda

Él que te hace abuela sin sentir un solo roce.  Le dicen manos de seda, pero las tiene de garfio, pinza, fusil, como cual navaja multifuncional, el escurridizo es un verdugo sacando billeteras de los bolsillos, caletas en las pantaletas y si te descuidas, hasta las muelas, sin rozarte un solo pelo.

Esta clase de choritos no suelen estar armados y se valen de su ingenio para morder anzuelo, sobre todo en los buses hasta en las horas más copadas, están encompinchados con los colectores y los vendedores ambulantes: Uno, tantea el pasajero que esté dando más papaya (una cartera mal cerrada, un bolso guindando de la espalda o un morral en el piso),   al tiempo que el OTRO utiliza su verborrea pero ten por seguro que alguien más te saca lo que te quiere sacar, mientras el vendedor de agua presta su tobo parta esconder el tesoro,  y en un parpadeo te dejan en cuatro latas.

4. Traserista nivel AMATEUR

De una robada te puedes salvar, pero de una agarrada de nalgas, una sobada de senos y el arrecueste de un mástil no hay escapatoria. El centro es el único lugar Maracaibo donde te pueden encintar o malograr con frases morbosas de la extensión de un tuit. No es lugar para falda, shorts, levanta pompa, pegaditos, o escotes pronunciados, a menos que estes haciendo una averiguación exhaustiva de lo que es una “madre e buceada o lambuceada”.

5.Carterista nivel SENSEI

Le gustan las piñatas pero revolucionó la técnica y se dejo de palazos, se valen de agujitas, tenedores, cuchillos y hasta hisopos para arrebatar medio, rasgando el fondo de tu cartera haciendo trasbordo de todos tus  corotitos a su bolsillo, caja o bolsa negra. No pelan las esquinitas o las costuras flochas.

Funcionan como los huevos, le quitan la cáscara y se quedan con la yema. La forma de combatirlo es, simplemente, no llevar cartera.

Las pirañas

Bellas, elegantes y echando pinta. Suelen ser mujercitas bien presentadas o mejor dicho, camuflajeadas, enfermas de cleptomanía. Su técnica consiste en agarrar todo lo que se pueda de un anaquel, escondiéndoselo en la falda, la barriga, el coche, o en cualquier hueco presto, huyendo foronda, despacito y con cara de yo no fui.

Vienen con grandes carteras o cuerpo hermético. Las pirañas son mujeres creativas y con cuentos para una noche entera. No solo andan por la calle, también roban en casa. Una señora de servicio de mi vecina doblaba los lomitos y se los acomodaba como cual toalla sanitaria, mi vecina notaba que se le acababa rapidito la carne pero no entendía el porqué, hasta que un día, a la susodicha se le descongeló el lomo en pleno apogeo y de su entrepierna comenzó a brotar agua sangre.

En otra ocasión, estaba  mi mamá en una conocida farmacia ubicada al norte de la ciudad que lo tiene “todo”, puso su cartera en un carrito y se ubicó en el pasillo de los shampoo a leer las etiquetas, eran las 7pm y había una cantidad prudente de personas. Por pura coincidencia, mi mamá tenía cierta cantidad de dinero en una paquita.  Al momento que mi mamá se pone en puntillas para alcanzar otro producto, una señora cara común acompañada de un hombre, metió la mano en su cartera y le sacó la paca completa, se dio la vuelta con el botín e iniciaba su huida. Mi mamá comenzó a gritar como lechón en matadero apretujando a la piraña con su metro y medio de fuerza, los empleados acudieron al instante. Como era de esperarse, mi mamá pidió que le mostraran las grabaciones de las cámaras de seguridad, sin embargo, por chiripita, ninguna de las cámaras cubría la zona donde ocurrió el arrebato, por lo tanto la piraña estaba limpia de culpas ¿Pero cómo supo que allí había dinero?  Las cámaras registraron un momento en el que mamá abrió su cartera en el mostrador para buscar un récipe y la atacante le husmeaba la espalda.

 Para defensa personal:

1. Duda de toda amabilidad inesperada.
2. Cuando te montes con morral, carterita o bandolero,  úsalo hacia adelante, como si lo estuvieras abrazando.
3. Ten siempre sencillo adicional a tu pasaje a la mano, hay muchos caminantes que se montan diciendo que eran ex reclusos, sicarios, descuartizadores, Chukkys,  panitas de Pablo Escobar, hijos de la Reina del Sur, o que están hasta las metras de cocaína, así que podrían pedirte dinero por las malas pero casualmente hoy están de buenas y tan solo quieren una limosnita pa los frescos. Vos ni sois ni Agatha Christie, ni equipo de CSI, ni Dexter, ni San Pedro, entonces no te la tires de duro y ni trates de averiguar si sus alegatos son verdaderos o te está cayendo a mentiras,  simplemente entrégale alguito que lo distraiga, sonríele y hasta un “Dios te bendiga”.
4.  Apenas te embarques escruta tu entorno, y si observas algún murmullo más extendido de lo normal, bájate.
5. Si bus pasa de largo en la parada pero se detiene en el semáforo o tenga las puertas cerradas, no insistas en subirte. Una fuente confiable, me dijo que el chofer recurre a esas acciones cuando están robando.
6. Las pantaletas nunca fallan. No hay mejor caja fuerte que el bolsillo de la copa del sostén y la liga de las pantaletas. Ese es el espacio idóneo para esconder dinerito, más no objetos grandes. Recuerda que ahora matan por no tener nada robable, así que es preferible guardar un señuelo visible, y que además guardar lo necesario según su jerarquía en el bolso, sostén y pantaleta, respectivamente, no garantiza la seguridad de los checheres, sobre todo cuando la próxima parada es un autobús.

  Fabiana Fuentes