domingo, 31 de enero de 2016

“No podía usar mi zapato y resultó ser un tumor cerebral”: Caso especial de Elizabeth Alfonzo

Elizabeth, en una de sus primeras caminatas, hace algún tiempo. Foto: Cortesía

Me sentía completamente sola aunque vivía acompañada, cuando cumplí seis meses de operada, no conseguía a nadie que ni en Facebook ni en (mi) tierra estuviera tipeando con una mano. Al parecer era la única que tenía hemiplejia, pero me equivoqué, porque desde ese momento he conocido a una cantidadimpresionante de personas que ahorita están pasando por lo mismito que yo. La primera persona que se me presentó fue la Sra. ElizabethAlfonzo, quien es venezolana, con una familia hermosa con su esposo y dos hijas. Todo comenzó cuando sin razón alguna, se le salía el zapato izquierdo. No es un chiste ni problemitas psicológicos, al tiempo, resultó un tumor cerebral del tamaño de una pelota de golf. Elizabeth estuvo allí para alentarme y darme fuerzas para continuar en esto. Sólo le duró tres meses en recuperarse, pero le quedó un problema en el pie.
En julio del 2013 Elizabeth iba haciendo la mudanza de Puerto La Cruz a Caracas. Al llegar, perdía su zapato al caminar: 
“Mi motivo principal era que se me sale el zapato al caminar. Consulté traumatólogos, neurólogos, neurocirujanos, especialistas en pie, fisioterapistas y nada. Me hice muchos exámenes. Nada. Me pincharon muchas veces. Fui a la ortopedia, me colocaban bandas dekinesiotape para estirar tendones del pie y pierna. Me hicieron masajes tanto manuales como con máquinas especializadas. Acupuntura en la pierna y el pie. Mi esposo decía que mi problema era psicológico y era un trauma. Duré aproximadamente cuatro años en esto y no había explicación a mi problema del pie. Soy mujer y quiero bailar, quiero usar todos los zapatos modelos y colores que cualquier otra mujer lo hace”.
Un doctor decidió hacerle una resonancia magnética pero Alfonzo jugó con los resultados: “Taché en el espacio de estudio cerebral en lugar de columna. Abro el sobre y el radiólogo diagnosticameningioma. Llegué a la casa y comienzo a investigar. Allí descubro que es un tumor cerebral”.
Buscó otros doctores pero no había otra salida: la operación y extraer ese monstruo. Entró a operación y salió con hemiplejia izquierda (no movía el lado izquierdo de su cuerpo).
Elizabeth decidió esforzarse para trabajar en sus terapias. Foto: Cortesía
“Los doctores me dijeron que es una operación fácil. Nadie me alertó del riesgo que estaba corriendo y peligro de mi operación. La única persona que llevaba la cruz de las consecuencias del tumor cerebral era yo. Cuando desperté en cuidados intensivos, vi dos veces a José Gregorio Hernández. Siento malestar en mis piernas y me percato que no puedo mover la pierna izquierda, ni mi brazo izquierdo. Mi cuello se balanceaba de un lado para otro y mi mano 100% cerrada en un puño sin poder abrirla. Lloraba mucho, entendí rápido que esto no me podía estar pasando a mí. Pasé a la fase de rabia y dolor. Reclamé muy fuerte al doctor, que había sido engañada”, afirma Alfonzo.
Su esposo hacía logística de cama especial, su tobillera, su férula, una silla de ruedas, una andadera, varios bastones. Un estacionamiento de accesorios para rehabilitación. A Elizabeth le tocó fuerte y duro. Entró con pelo y salió ‘coco raspao’, con 58 grapas en la cabeza. No podía ni siquiera ir a la cocina, tenía una silla poceta, usaba pañales y se bañaba sentada.
“Ya era lunes y mi esposo dice ‘voy a trabajar, ni modo. Hay que trabajar’.
Algo despertó en mí y a partir de ese lunes también dije‘voy a trabajar. Ya no más lágrimas
. Así que cada orden que me daba en la terapia la cumplía. Me costaban mucho, pero colaboraba. No podía para nada caminar descalza”.
Tan increíble es Elizabeth, que cuando se iba a quitar las grapas agarró su andadera, dejó su silla de rueda y quería demostrarle al doctor que ya no tenía nada. Tres meses después de la operación (12 octubre 2013) hizo mudanza total porque su esposo estaba transferido fuera del país, y ya ella manejaba su propio carro. Claro, su afección fue el lado izquierdo porque su tumor era del lado derecho. Su brazo derecho y su pierna derecha hacían todo el trabajo. Llevando consigo la rigidez de su cuerpo, el estrés de no ser la misma, tratar de no ser una carga para nadie. Su ciudad nueva era diferente.
Han pasado dos años, su pie no está igual y no puede caminar bien aun: “Mi cuerpo ha reaccionado en un 75%. Darle tiempo al tiempo, todo ayuda. El ejercicio, la música y la lectura”.
Como psicóloga que es, toma en cuenta que el ser humano es bio-psico-social. La terapia y el ejercicio contribuyen positivamente a la estabilidad mente/cuerpo y en lo social debemos dejar a un lado el aspecto de agresión y desconocimiento.
Elizabeth me alentó a no rendirme, conocí a la Súper Mujer Maravilla que es, y le agradezco los mil y un consejos que me ha dado.
Elizabeth se muestra como la Súper Mujer Maravilla que es
Fabiana Fuentes

0 comentarios:

Publicar un comentario

Blog Archive

Datos personales

Con la tecnología de Blogger.